La primavera ya está aquí viajeros… aunque las bajas temperaturas, el viento, la lluvia, la nieve… ¿Habrá el invierno secuestrado a la primavera?
No perdamos la esperanza, tarde o temprano el sol hará acto de presencia y no queremos que os pille desprevenidos y sin planes. Así que, ahí va el post de hoy.
No sé a vosotros, pero a nosotros el buen tiempo y los días más largos hacen que nos entren ganas de practicar deporte y actividades al aire libre.
Para aprovechar ese solecito, que está por llegar, desde aquí os proponemos la Ferrata de La Hermida, en Cantabria.
Que no sabéis qué es una ferrata, pues explicado de una manera simple y rápida podemos decir que: una sucesión de peldaños, clavijas, grapas, cables… en general todo tipo de elementos que garantizan la seguridad y facilitan la ascensión por paredes o macizos rocosos. Se trata de una actividad divertida, que está a medio camino entre el senderismo y la escalada. Y en la que, si no sufrís de vértigo, disfrutaréis como niños.
Esta ferrata en concreto es de nivel k3 de 6. Por lo que podemos decir que es de dificultad media. Y a qué se debe ese nivel, sobre todo, a sus dos impresionantes puentes.
El inicio de la ferrata de La Hermida se encuentra junto al balneario del mismo nombre en la carretera N-621, a 13 km de la localidad cántabra de Panes o a sólo 18km del bonito y turístico pueblo de Potes; el cual si tenéis tiempo no debéis dudar en visitar. Además, es un lugar excelente donde probar el cocido lebaniego.
Pero volviendo a la Ferrata, decir que es perfectamente apta para principiantes e incluso para los más peques de la casa.
La ferrata sigue el desfiladero que le da nombre y salva un desnivel de 800m. Cuenta con 4 posibles recorridos, los cuales pueden hacerse en su totalidad o bien de forma independiente. El acceso es libre y gratuito, pero si bien dispone de un centro de recepción donde podéis alquilar material, contratar un guía o incluso ducharos y donde es obligatorio registrarse antes de iniciar la actividad.
Todo lo que necesitáis es calzado y ropa cómoda, un casco y un disipador. Y, por supuesto, dejar el miedo a las alturas a un lado; porque si algo hace que esta ferrata se encuentre entre las mejores de España es, sin duda, su Puente Tibetano de 45 metros, y su Puente Pasarela de madera, el más largo de España, con 90 metros de longitud y más de 100 metros de caída al vacío.
Y tras el esfuerzo físico realizado, que mejor que una visita a las aguas termales del Balneario. Bien podéis entrar a éste o si vuestro presupuesto es más ajustado ir a las pozas que se encuentran en las inmediaciones y que son gratuitas.
Sin duda, un plan 10 para pasar estos días de calor y sol que tenemos por delante y, que esperamos que lleguen pronto…
Para más información podéis visitar la web.
Hasta la próxima semana viajeros.