Flores: El «Jurassic Park» indonesio (Parte I)

Tras nuestras 4 noches en Bali, el quinto día pusimos rumbo a Flores. Apenas habíamos encontrado información sobre la isla en ningún blog y probablemente ese fuese uno de los principales motivos que nos llevo hasta allí.

Lo nuevo, lo desconocido siempre atrae a los auténticos «aventureros», ¿no?

Día 5: De Maumere a Moni

A las 7:30 de la mañana, el hermano de nuestro amigo taxista llegó a la puerta de la que había sido nuestra “casa” durante 4 noches, el Tagel Karsa House. Comenzaba, con nuestro temible primer vuelo interno, la aventura  hacia la “primitiva” isla de Flores.

Nuevamente, en apenas una hora llegamos al aeropuerto, no encontramos atasco ninguno. Por lo que tuvimos que esperar cerca de 2h para coger el vuelo. Por fortuna, no hubo retraso ninguno y el avión despegó con puntualidad británica a las 11:25.

Tras dos tranquilas horas de vuelo aterrizamos en el pequeño aeropuerto de Maumere.
Primer vuelo interno superado.

Ya desde el avión vimos como algunos tramos de la carretera, así como terrenos colindantes estaban inundados. Nuestra angustia fue en aumento, cuando minutos después de aterrizar, mientras esperábamos nuestras mochilas, comenzó a llover…aquello parecía el diluvio universal… milagrosamente nuestras mochilas aparecieron en la cinta transportadora totalmente secas. Con todo nuestro equipaje y una tímida sonrisa nerviosa salimos en busca de Agus (nuestro guía/conductor). Y ahí estaba él, con un pequeño cartel con mi nombre y una enorme sonrisa en su rostro dándonos la bienvenida.
Metimos las mochilas en su todoterreno y comenzamos nuestro viaje.

Efectivamente, como ya habíamos visto desde el avión, algunos tramos de carretera estaban inundados o llenos de obstáculos como algún que otro tronco, por lo que en varias ocasiones tuvimos que abandonarla y avanzar por embarrados caminos de tierra.

Nuestra primera parada fue la catedral católica de Sikka. Por supuesto, nada tiene que ver con la catedral gótica de Burgos o cualquier otra catedral europea, pero merece una visita. Resulta curiosa una construcción de este tipo en medio de la nada, y tan cerca del mar, el cual se puede oír desde su interior. Así como el orgullo con el que los lugareños presumen del edificio. Incluso, en algún momento, parece como si retrocedieras en la historia y te encontrarás entre aquellos primeros colonizadores o misioneros portugueses que llegaron a la zona.

catedral de sikka

Tras dejar un pequeño donativo (IDR20.000) en el buzón de la entrada y plasmar nuestra firma en su libro de visitas, continuamos hacia Paga Beach, donde según la Lonely Planet se encuentra el que es “fácilmente el mejor restaurante de Flores”: El Laryss…

restaurante flores

 

Opinión, para nosotros, bastante discutible. El plato de nasi goreng (arroz frito) y de pescado del día que comimos estaba bastante rico, con un toque a ajillo. No nos atrevimos a probar su plato más popular, Ikan Kuah Assam (sopa picante y aceitosa con una cabeza de pescado flotando en su interior y un plato de arroz blanco cocido sin más). Y tampoco nos atrevimos a visitar su cocina…no creo que sea el mejor restaurante de Flores, pero sí el más auténtico y autóctono.

Aún con el sentimiento de angustia en el cuerpo, entre las lluvias y el recuerdo de “el fácilmente mejor restaurante de Flores”, continuamos hasta Moni, donde debíamos hacer noche para ver el amanecer en el volcán Kelimutu.

Gracias a que la lluvia fue cesando y las nubes disipándose fuimos descubriendo poco a poco un paisaje increíble, que parecía transportarte atrás en el tiempo…a la época de los dinosaurios. Montañas repletas de vegetación, tan verde y abundante que parecían de mentira.

PAISAJE FLORES

Por fin, llegamos a nuestro alojamiento en Moni, el Antoneri Logde.

Si he de ser sincera, al bajarme del coche con Agus para comprobar si el alojamiento era o no de mi agrado iba rezando todo lo que recordaba, pues tras ver “el fácilmente mejor restaurante de Flores”, no quería más sorpresas. Pero sí que me la llevé. Pero en esta ocasión, para bien. La habitación era muy grande, las sábanas blancas y limpias y el baño…perfecto. Tal vez, mi opinión no sea del todo objetiva, pero teniendo en cuanta mis primeras impresiones de Flores y los comentarios que había leído desde España, me pareció El Ritz. Y ya lo que me conquistó, fue cuando tras dar mi aprobación, el dueño apareció con un tarro de insecticida con el que roció toda la habitación y cerró la puerta.

Día 6: Kelimutu- Bajawa
A las 4:00 de la mañana Agus y su hermano nos esperaban en el patio del alojamiento. Hubiese dormido mucho más, pero el amanecer en el Kelimutu nos esperaba y es uno de los múltiples “sunrise” de Indonesia que no te puedes perder o eso dicen… Pero yo en ese momento, sólo hubiese querido quedarme más en la cama.

Hicimos un breve recorrido en coche, de unos 40 minutos, en el que paramos a recoger a dos mujeres (cargadas como mulas con cafés, tés, etc para vender a los turistas en la cima del volcán) y a comprar las entradas (IDR150.000 por persona). Dejamos el coche en el parking y…a andar. Es una ascensión corta y sumamente sencilla, apta para cualquiera.

Al llegar a la cima, nada se veía salvo las frontales de los que allí estábamos, no más de 30 personas, esperando pacientemente a que el sol nos mostrase el espectáculo que ahora se escondía en la oscuridad.

Los nervios aumentaron cuando algunas nubes hicieron acto de presencia y comenzó a caer un ligero “chirimiri”. En mi retina aún veía la lluvia torrencial del día anterior. Así que decidí hacer caso a la frase de los vendedores: “no coffee, no sunrise”, y, me compré un delicioso té de jengibre, que no sólo hizo efecto en mí y me espabilo, sino que disipo las nubes… Tras casi una hora de espera…allí estaban los tres lagos de colores del Kelimutu.

SUNRISE KELIMUTU

Y si os estáis preguntando si merece o no la pena el madrugón y la espera…rotundamente SÍ. Me resulta difícil describir con palabras como es ese momento, cuando los primeros rayos de sol, como si de un telón se tratasen, te van dejando ver poco a poco…

Tras las fotos de rigor en los tres lagos… deshacer lo andando y vuelta al hotel a desayunar. El desayuno, nos pareció un poco escaso, un té y una tortita…hubiésemos comido bastante más, teniendo en cuenta que hacía más de 5 horas que nos habíamos levantado.

Pero ahí estaba nuestro conductor, Agus, con unos deliciosos plátanos. (¡Menos mal!)

El tramo de carretera próximo a la localidad de Ende, se encuentra en obras y no se abre al tráfico hasta las 12h, momento en el que los trabajadores se van a comer. De camino, para no tener que esperar mucho parados en la carretera a que llegasen las 12, nos entretuvimos parando a ver cafetales, pequeñas aldeas…

PAISAJE FLORES

Y en una de esas paradas, en una de esas pequeñas aldeas vivimos uno de los momentos más auténticos de Flores. De pronto, y sin darnos cuenta nos vimos rodeados por unos 20 niños que gritaban y corrían a nuestro lado. Sus padres, abuelos… todo el pueblo salió de sus humildes casas para vernos. Los niños nos enseñaron su pueblo, el café, los frutos secos…todo lo que había a su alrededor y que pensaban que podía ser de nuestro interés.

ALDEA FLORES

Fue un momento mágico que probablemente en cualquiera de las otras islas más turísticas no hubiesemos vivido.

Y, como veo que el post de nuestro recorrido por Flores me está quedando muy largo lo dividiré en dos post. Por lo que sintiéndolo mucho tendréis que esperar  a la próxima semana si queréis saber que más vimos y vivimos en este maravilloso lugar.

 

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